En realidad los pequeños empresarios, en mi tienda estamos tres, tenemos un miedo terrible y dormimos a costa del tranquimazin. Vemos peligrar el negocio de toda la vida, mientras vemos pasar los vídeos de las campañas electorales que han costado una millonada.
En realidad los pequeños empresarios, en mi tienda estamos tres, tenemos un miedo terrible y dormimos a costa del tranquimazin. Vemos peligrar el negocio de toda la vida, mientras vemos pasar los vídeos de las campañas electorales que han costado una millonada.